Bread Of Life Guatemala

Todos hemos sido diseñados para un propósito específico: fuimos diseñados para “ser”. Fuimos diseñados para ser y no para hacer. Cuando somos, hacemos. Cuando creemos somos. Pero el proceso de ser es algo que pasa sólo si creemos primero.

Ante la difícil circunstancia que atravesaba un mendigo que era ciego de nacimiento, los discípulos de Jesús señalaron al pecado como la causa de su situación, pero Jesús tenía otra opinión, esta era la manifestación de la Gracia y las obras del Padre Bueno. Juan 9:25, “Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.”

Mi trabajo como hijo e hija de Dios no es convencer a la gente de que están equivocados y yo estoy en lo cierto. No es mi trabajo cambiarlos. Jesús es el que cambia. “Somos compasivos y alentadores, buscamos personas solitarias y los hacemos parte de este hogar”. La iglesia es el lugar donde un grupo de personas que saben que necesitan ayuda se reúnen para amar a Jesús y animarse unos a otros.

Los fariseos en la Biblia, generalmente hacen una cosa: señalar a los pecadores. Condenar a las personas era parte de su rutina diaria. Los fariseos tenían celo por la ley, pero no entendieron el amor de Dios. Jesús les mostró que no podían estar más lejos de la verdad. Él hizo claro su propósito de buscar a los pecadores y hacerse su amigo, Jesús estaba comprometido a mostrar gracia a los peores pecadores.

Todos tenemos dentro de nosotros una “escala de maldad”. Un sistema de calificación de los pecados impulsada por la cultura arbitraria de este mundo (lo que el mundo dice que es malo). En nuestra escala, etiquetamos pecados pequeños, medianos-pequeños, medianos, medianos-grandes, grandes, extra grandes y gigantes; Pero en ninguna parte de la Biblia encontramos que Dios distingue entre niveles de pecado. Jesús vino por los quebrantados, los malos, los adictos, los atados, los perdidos, los heridos. Jesús vino por todos nosotros. _____________________