Daniel Habif

Así como Pedro se hundió en las aguas por dejar de mirar a Cristo, perdiendo el motivo, la Fe y la visión, en ocasiones nos hundimos en la incredulidad, en la desesperanza, quedando paralíticos de la Fe por tantos batazos que nos hemos dado en la vida, olvidando que cuando le creímos a DIOS nuestros pies flotaron por encimas de la tormenta. Retomemos esa mentalidad, ¡VAMOS! Continúa leyendo… ¡Si! esa mentalidad renovada, deshazte de tus viejas ideas, coloca la mirada en Él a pesar de verlo lejos, ten serenidad aunque mires la barca hundirse y el cielo caerse a pedazos sobre de ti ¡NO QUITES TU MIRADA DE ÉL!, aunque el miedo de no saber qué pasará te embargue, quiero decirte que justo ahí, donde el agua llega al cuello ¡CLAMA! ¡CLAMA! y escucharás la voz de CRISTO diciéndote: ¡Soy YO, Ven a mi! El viento sopla violento, la noche parece eterna pero no lo es, EL SOL SIEMPRE LLEGA PUNTUAL AL AMANECER. Muy pronto eclipsarás todos los errores del pasado y la gente dirá: ¡Mira! Mira... se volvió a levantar aunqu