En Perspectiva

Este fin de semana los ojos del mundo estuvieron puestos, otra vez, en Oriente Medio. La zona viene muy sacudida desde el ataque terrorista que el movimiento Hamás llevó a cabo el 7 de octubre del año pasado en territorio de Israel. En las últimas semanas se venía acrecentando la presión internacional para llegar a un alto al fuego, y para evitar que el gobierno de Benjamín Netanyahu concretara una incursión militar terrestre en la ciudad de Rafah, donde se acumula buena parte de los palestinos desplazados por la guerra en Gaza. También venía en alza la tensión con Irán, enemigo acérrimo de Israel y aliado de Hamás. En esta materia un episodio crítico se dio el 1º de abril, cuando Israel bombardeó un edificio anexo a la embajada iraní en Siria, donde mató a siete personas entre ellas dos comandantes de la Guardia Revolucionaria. Irán anunció que respondería atacando a Israel y también eventualmente a Estados Unidos pero se tomó su tiempo a esos efectos. El fin de semana pasado se daba como un hecho que es